viernes, 9 de marzo de 2007

mensaje tarde en la noche

No me puedo dormir. No sé por qué. Tengo los ojos cerrados por lo que parece ser una eternidad, pero al darme vuelta veo en el reloj despertador que pasaron quince minutos, lo que significa que el tiempo que me queda para dormir pasa volando. Y estoy completamente segura de que mañana va a ser un largo, largo día, como todos los viernes.

Entonces me levanto a hacer algo útil, tomo un vaso de agua de a sorbos, aunque quizá debería hacerme un té. Me siento en el sillón y me quedo mirando largamente las estrellas en el intenso cielo. Parecieran estar guiñándome un ojo, porque saben que no me puedo dormir.

Mi perra duerme profundamente, y mis peces están en el fondo de la pecera descansando. Hasta ellos están tranquilos hoy (me pregunto si alguna vez no lo estuvieron).

Y pienso en escribir qué tonta me siento en este momento por no tener nada que contar, salvo que hoy me regalaron unas rosas color coral preciosas por el día de la mujer. Una persona especial se acordó de mi, y me pareció un gesto dulce de su parte. Mi casilla de entrada continúa sin ser revisada, pero no por mucho si no me puedo dormir.

Debido a la lluvia de hoy hay mosquitos en todas partes, y al tener un almohadón al lado mío (y el enchufe que los mata prendido), siento que tengo la fuerza suficiente para irme a acostar de nuevo. Veremos si sueño uno de esos maravillosos sueños que he tenido este último mes (Ah, no voy a comentar sobre ellos en este momento).

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